No malgastes energía… ¡Llena tu frigo con ella!

El otoño es época de cosechar todo lo sembrado. Desde septiembre, nos faltan horas en la huerta ecológica para recolectar porque muchos cultivos viven su esplendor hacia el final del verano. Como hacían mis abuelos, en estos meses de otoño recojo la cosecha de sol a sol. Aunque a diferencia de ellos, en vez de fresqueras donde poder guardar las verduras y las patatas durante el invierno, cuento con los frigoríficos Samsung, los más eficientes del mercado y que mejor tratan a nuestros alimentos para que duren muchos más meses.

Toda la tecnología de Samsung se aúna para conseguir la mayor eficiencia energética en este frigorífico, ya que además de ser uno de los únicos del mercado con etiqueta A, han optimizado hasta el último rincón reduciendo el grosor de las paredes para poder almacenar más alimentos… como imaginaréis, en mi caso es perfecto con tanto excedente de frutas y verduras. Y, encima tengo la suerte de poder cambiar los ajustes y convertir el congelador en frigorífico si necesito más almacenamiento. ¡Aprovecho hasta el último milímetro!

Además de la etiqueta A, la de menor consumo, este frigo me facilita mucho el día a día en cuanto a ahorro energético y el cuidado del planeta. Una de las medidas que más recomiendan es no abrir y cerrar mucho la puerta, ya que el frío se escapa y cuesta mucho recuperar la temperatura ideal… con este frigo y su tecnología Metal Cooling esto supone un problema menos, ya que la chapa metálica que tiene en la pared trasera retiene el frío y hace que recupere temperatura más rápido.

Por supuesto también sigo algunas rutinas muy sencillas que todos podemos llevar a cabo para ahorrar, como por ejemplo no meter nada caliente directamente, sino esperar a que se enfríe naturalmente. También es importante que controlemos que la temperatura sea siempre la adecuada: +5ºC es suficiente para un frigorífico y -18ºC para un congelador. Además, tengo la suerte de que este electrodoméstico tiene un compresor con tecnología Digital Inverter, que ajusta la temperatura y humedad a la perfección.

Es fundamental optimizar el espacio para que el frío se distribuya correctamente, y para seguir ahorrando energía: recordad que en las baldas superiores y en la puerta deberíamos colocar los alimentos que menos frío necesiten (bebidas, salsas, mermeladas, huevos o las sobras que tengamos con comida ya cocinada, por ejemplo). En las baldas intermedias podemos poner los lácteos y embutidos. En las inferiores los frescos, ya que es el punto más frío del frigorífico, importante tenerlo en cuenta. Y en los cajones guardamos las verduras porque están un poco más templados que el resto.

Una de las mejores cosas de este electrodoméstico es que los olores y sabores no se pasan del congelador al frigo o al revés. Da igual qué alimentos tenga almacenados y dónde los tenga colocados… Gracias a Twin Cooling Plus™ puedo estar tranquila y almacenar sin problema.

Yo suelo seguir estos consejos útiles para ahorrar a lo largo de los próximos meses en los que, como veis, tengo mucha tarea en la cocina con toda la recolecta.

Por cierto, y por si os quedan dudas, estos frigoríficos Samsung tienen veinte años de garantía. Veinte años, y muchos más, para llenarlos de energía.

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